22-05-2015.- La Dirección de Cooperación, Educación Continua e Interacción con las Comunidades del Decanato de Educación Avanzada, organizó el pasado 22 de mayo, en el espacio de Viernes de Debate y Reflexión, la presentación del largometraje colombiano, dirigido y producida en 1993 por el cineasta y productor Sergio Cabrera: La Estrategia del Caracol.
Una película que expone la pugna entre inquilinos y propietarios por sus intereses, y las opciones de resistencia y denuncia que se puedan llevar adelante a pesar de la escasez de los recursos disponibles; una película que muestra la brecha entre ricos y pobres y sus interacciones en un sistema social altamente estratificado que nos conduce a cuestionar la distinción política entre táctica y estrategia, y pone a relieve, algunos elementos cruciales que intervienen en muchos procesos de acción colectiva, eventualmente integrados en marcos más amplios de movilización social, o en su caso, en concordancia con movimientos sociales de mayor alcance.
La película se inicia con una entrevista a un hombre que narra una serie de hechos ocurridos hace algún tiempo, sobre unos vecinos de los barrios más pobres de la ciudad de Bogotá que luchan para evitar un desalojo de la casa (Casa Uribe) en donde han vivido por muchos años, que es propiedad de un millonario sin escrúpulos.
En la Casa Uribe por muchos años han vivido varias generaciones de habitantes de clase popular, hasta que un día se ven obligados a desalojar aquel patrimonio, pero antes de entregar la casa a un viejo inquilino español se le ocurre una estrategia, en donde intenta defender la dignidad, respetando los derechos de él y de sus compañeros.
La estrategia consistía en desalojar la casa poco a poco pero sin que ninguna autoridad se diera cuenta, pero al mismo tiempo empiezan a desmantelar el interior de aquella propiedad, como puertas, ventanas, paredes, chapas, baños, piezas, cocinas, enceres, grifos, etc. Todos empiezan a adquirir una posición en dicho plan, en donde cada uno contribuye con lo que puede, para que todo funcione en un plan conjunto en beneficio de todos. Pero antes de iniciar la estrategia, debían tener la aprobación de la inquilina que llevaba más tiempo en la Casa Uribe.
Ellos empiezan a crear una torre de madera, por donde empiezan a trastear las cosas de todos a una casa vecina, al mismo tiempo se van encargando de desmantelar la casa. Ante el juez el abogado Romero promete desalojarla casa, pero a cambio el propietario de la casa debía darles unos días más para la entrega y ellos se comprometían con entregarla pintada.
Al final de la historia los inquilinos le entregan la casa al propietario, pintada como lo muestra la anterior diapositiva, con un mensaje muy peculiar y con frases muy populares. Y después de la entrega todos salen rumbo a otro lugar en donde se adueñan de otro territorio y a los minutos después la Casa Uribe estalla y esto simboliza de que hicieron valer su derecho a la dignidad, pues la forma como los estaban echando era algo que atacaba la integridad de cada habitante de aquella casa, en la que por tantos años habían vivido.
Fotografía y Redacción: Marisabel Capacho
Fuentes: Norah Gamboa - Direcctora de Cooperación, Educación Continua e Interacción con las Comunidades del Decanato de Educación Avanzada - UNESR
